Feijóo: “mi opinión personal es irrelevante”

Barcelona. Segunda jornada de la Reunión anual del Cercle d’Economia. El plato fuerte es la intervención del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. El público especula con interés sobre por dónde irá la réplica del político gallego al misil, en forma de consulta inopinada, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó el día anterior contra la “opa hostil” del BBVA sobre el Sabadell. Un asunto que desde hace un año mantiene alterado el tejido económico y político catalán y de otros territorios españoles afectados por la concentración bancaria que supone.
Alberto Núñez Feijóo, interviene durante su intervención ayer en el Cercle.
David Zorrakino - Europa PressFeijóo es el líder del primer partido de la oposición en España y su opinión sobre el asunto se considera muy relevante. Tanto por su papel actual, es el primer grupo en el Congreso, como por las posibilidades ciertas que tiene de llegar a gobernar en un futuro más o menos lejano.
El año anterior, en este mismo foro, hace prácticamente un año, al ser preguntado por el asunto declaró: “yo digo lo que dice mi partido en Catalunya: no nos gusta” y que para lanzar una opa sobre un banco que trabaja con miles de empresas y va bien, el opante debe “tener razones muy poderosas”.
Lógicamente, Feijóo arrancó criticando con dureza a Sánchez por sacarse de la chistera una consulta que nunca antes se había planteado para un proceso de esas características. Aunque ciertamente muchos de los presentes veían esa consulta como un engendro problemático y desde esa perspectiva comprendían la posición del líder popular, la mayoría , lo consideró un tema secundario respecto al asunto principal y urgente, asegurar la existencia independiente del Sabadell.
Feijóo pareció no reparar en que era el líder de la oposiciónHasta ahí, todo según el guión. Pero a la hora de definirse sobre la operación en sí misma, Feijóo fue aún más parco que en la anterior reunión del Cecle: “me gusta la competencia bancaria”, en abstracto. Sin embargo, ayer la discusión era concreta, sobre una opa en marcha del banco que preside Carlos Torres sobre el que encabeza Josep Oliu. Uno de origen vasco y otro con sede, recién reestrenada, en Sabadell.
Consciente debía ser el líder popular de que con tal sutil compromiso no sería suficiente para dejar una impronta aceptable, pues añadió que en este asunto que tiene movilizados a empresarios, asociaciones, sindicatos y gremios profesionales, su “opinión personal es irrelevante”.
Feijóo, recordémoslo de nuevo, es el líder de la oposición y ocupaba el atril del auditorio del Palacio de Congresos, en esa condición, no como el simple ciudadano que puede responder no sabe o no contesta a un encuestador. ¿Por qué es irrelevante? ¿Por qué no amerita que el se ocupe? ¿Por qué es demasiado complejo? ¿Es contrario a la OPA pero como esa parece ser también la posición del ilegítimo presidente del Gobierno no quiere coincidir en ningún punto de vista con el?
La decepción del auditorio fue palpable. No entendía nada. El presidente del Cercle, Jaume Guardiola, no tuvo más remedio que repreguntar: pero, eso ¿qué significa?, ¿crees que provoca graves problemas de competencia?. No consiguió nada más concreto. Y el público presente debió consolarse con sus propias especulaciones para intentar esclarecer cuál es la posición real de los populares en esta batalla económica con apenas antecedentes en la historia económica española.
El auditorio debió elucubrar por su cuenta para deducir cuál era su opiniónEl galleguismo, entendido como esa capacidad de ocultar si se está subiendo o bajando por la escalera, alcanzó ayer cotas excepcionales. Posiblemente solo superadas por el diálogo entre dos consumados maestros del género como el expresidente Mariano Rajoy y el del Cercle Antón Costas, en las jornadas de mayo del 2014, en pleno volcán del procés.
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